En lo deportivo habrá que decir que el campeón resultó ser el CEP 66, la "comercio de la tarde" (foto de arriba), que venció en la gran final a su hermana de la mañana, la CEP 67 por un agónico 24 a 23.
Pero sin dudas que ése dato, el deportivo, pasa a un segundo plano ya que lo que se vivió este jueves por la mañana en -precisamente- la cancha/patio de las CEP 66 y 67, fue mucho más allá de lo deportivo.
Es que allí, con un cancha "de escuela"; en un piso donde era difícil hacer pie; donde los aros estaban torcidos pero con red; donde las hinchadas estuvieron sentados/parados al borde mismo de las líneas que demarcan el rectángulo de juego, se revivió el verdadero espíritu del deporte colegial. Pero no solo por ello, también porque los profes, los mismos que tuvieron esta genial idea, se encargaron de mantener -como corresponde- el orden cuando por allí quizo haber algún tipo de excesos así sea en los cánticos. O en el final, cuando el festejo de unos hizo hervir la sangre adolescente de otros. Pero allí estaban ellos, los Carlos Copetti, los Guillermo Alfonzo, los Jorge Fenoglio, Julio Bianchi, Dante Niclis, Martín Sosa y Rodolfo Cabaña para calmar los ánimos y, con presencia docente, hacer que no pasase nada.
También estuvo, y lo dejé aparte a propósito, Facundo Gómez Brocal, el estudiante de Educación Física pero también jugador de la primera de Villa San Martín -nada más, nada menos- quien a lo largo de todo el torneo hizo las veces de arbitro.
Todo ello, sumado a la humildad de los trofeos, la brillante presentación olímpica de los protagonistas -que mejor para un pibe de "la secundaria" que ser destacado asi sea por su nombre ante sus pares-, hicieron de la mañana vivida en la cancha/patio de "las comercios", una fiesta que será inolvidable. Inolvidable para sus hacedores, inolvidable para sus protagonistas e inolvidable para los privilegiados que tuvimos la suerte de ser testigos de la misma.
Por todo ello, "profes" y chicos ¡Gracias!
Gracias por sembrar la semilla de lo que ojalá sea una nueva manera de ver y sentir al deporte colegial.
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